Somos FCC - Nº19

Prepárate para la llegada del otoño y alimenta tus defensas Comienza octubre y se acerca el frío, la temporada de lluvias y tam- bién el riesgo a contraer gripes y resfriados. De hecho, la caída de las hojas ejemplifica bien lo que sig - nifica el otoño, pues la biodiversidad que nos rodea guarda sus ener- gías para hacer frente al invierno, también muy próximo. Los días se acortan y nuestras defensas bajan, también debido a la falta de algu- nas vitaminas que la luz solar nos aporta, dejando un vacío vitamínico en nuestro organismo aprovechable por virus y bacterias. Hay dos cosas que las personas aprenden desde la infancia: que la vitamina C es buena para aumen- tar nuestras defensas y el hecho de que no beber rápidamente un zumo de naranja podría eliminar sus be- neficios vitamínicos. No obstante, el sistema inmunitario no se alimenta exclusivamente de vitamina C, ni las vitaminas desaparecen en cuestión de segundos. Cada una de las vitaminas que ali- mentan y nutren al organismo son fundamentales. Nuestro sistema inmune no descansa, siempre bus- ca estar preparado y alerta para combatir posibles enfermedades e infecciones que aguardan silencio- samente, de las que muchas veces no se es plenamente consciente. Son muchos los factores externos que influyen de forma directa sobre nuestras defensas y el mejor apoyo que podemos darle, especialmen- te con el descenso de las tempe- raturas, es tratar de mantener una alimentación saludable contra los agentes invasores. Sin embargo, ¿es necesario hacer uso de suplementos alimenticios, superalimentos o cualquier otro tipo de productos que ayuden a lle- var esta práctica a cabo? Lo cierto es que no. Cuidar las defensas es sencillo y es posible hacerlo con la ingesta de frutas, verduras, legum- bres, frutos secos, grasas saluda- bles o proteínas. Las vitaminas y los minerales, los antioxidantes y los fitonutrientes son el tipo de moléculas y compues- tos que nuestro organismo necesita para estar a punto cada día y fun- cionar a pleno rendimiento. ¿Cómo podemos conseguirlos sin tener que hacer un mayor esfuerzo? Vitamina A Beneficios: mejora la piel y las mu- cosas, la primera barrera de las de- fensas del sistema inmunológico. ¿Qué tengo que hacer? Son ricos en vitamina A alimentos como: zana- horia, calabaza, espinacas, brócoli, cerezas, melón, albaricoque, lácteos, huevos o el pescado azul. Vitamina C Beneficios: previene los resfriados y potencia el sistema inmune. ¿Qué tengo que hacer? Los cítri- cos, como la naranja, la mandarina, el limón, la lima o el pomelo son ricos en esta vitamina. También el kiwi, la piña, el melón, las fresas y los frutos rojos. Por otro lado, las verduras de hoja verde, el brócoli, el kale, las espinacas, el pimiento -que triplica la vitamina C de la naranja-, la col, las coles, la coliflor o el toma - te son alimentos que proporcionan lo necesario para suplir las necesi- dades del cuerpo humano en este tipo de vitaminas. Vitamina D Beneficios: estimula la producción de proteínas antimicrobianas. ¿Qué tengo que hacer? La vitami- na D se sintetiza a partir de los ra- yos del sol, con 10 minutos al día en la cara y en las manos es suficiente. También la encontramos en los pes- cados azules y en las setas, aunque en pequeña cantidad en este último alimento. Vitamina E Beneficios: es antioxidante por ex- celencia. ¿Qué tengo que hacer? Hacer uso del aceite de oliva e ingerir otros alimentos ricos en grasas saluda- bles como el aguacate, así como vegetales de hoja verde o grasas de carne y pescado. También otros con ácidos grasos esenciales, entre los que se incluye el Omega-3, como semillas -chía, cáñamo, lino- o fru- tos secos. Hierro Beneficios: además de que es ne- cesario introducir alimentos ricos en hierro en nuestra alimentación, su combinación con alimentos ricos en vitamina C multiplica su absorción. ¿Qué tengo que hacer? Comidas y almuerzos que incluyan carne y pescados azules, semillas, legum- bres, frutos secos, guisantes o es- pinacas te ayudarán a mantener los niveles óptimos de este metal. Zinc Beneficios: reduce el riesgo de contraer resfriado y también dismi- nuye su duración. ¿Qué tengo que hacer? Son ri- cos en zinc los cereales integrales, las legumbres, los frutos secos, el pescado, el marisco, los huevos, la fruta y verdura, las semillas y el cho- colate negro -compuesto en más de un 85% de puro cacao-. Probióticos Beneficios: el papel del microbiota en nuestro sistema inmunológico es elemental, pues recoge la energía de los alimentos, mejora la motilidad del intestino y sus funcione, sintetiza otras vitaminas y hormonas y propor- ciona soporte al sistema inmnune. ¿Qué tengo que hacer? Lácteos como el yogur o el kéfir están catalo - gados como probióticos y se deben incluir en una dieta rica en ellos, ade- más de ser necesarios para mante- ner a punto las defensas. Ajo Beneficios: previene contra enfer- medades degenerativas, cardiovas- culares o cáncer. Además, dismi- nuye la presión arterial y ayuda a combatir el colesterol. Cebolla Beneficios: remedio natural contra las infecciones respiratorias, tanto cocida como cruda. Especias Beneficios: potencian el sistema inmune, además del sabor de las comidas. Algunas de las más bene- ficiosas son la cúrcuma, la pimienta, la canela, el jengibre o el clavo. Tras el verano, la consiguiente bajada de las temperaturas y el descenso de horas de luz, invitando a la introspección, es tiempo de mantener a raya resfriados y gripes cuando salimos de casa. Con la colaboración de Fundación Mapfre B I E N E S T A R B I E N E S T A R B I E N E S T A R B I E N E S T A R 50 51

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