Somos FCC - Nº17

La evidencia demuestra que las personas con síntomas leves o asintomá - ticas pueden contribuir a la propagación de la COVID-19. La diseminación del SARS-CoV-2 es mayor en el período comprendido entre el inicio de los síntomas y siete u ocho días después. Las mascarillas faciales pueden considerarse un medio de control de la infección, complementario a otras medidas ya existentes, para reducir la transmisión de la enfermedad al minimizar la excreción de gotas respirato - rias de individuos infectados. Actualmente, su uso es obligatorio a partir de los seis años, en espacios públicos cerrados o abiertos, siempre que no se pueda mantener la distan - cia interpersonal de dos metros. Excepciones: dificultad respiratoria agra - vada por la mascarilla, motivos de salud justificados, discapacidad o de - pendencia, actividades incompatibles con su uso, causas de fuerza mayor. El modelo más indicado para usar por la población general es la mascarilla higiénica, que no es EPI ni producto sanitario. La pandemia de la COVID-19 ha provocado muchos cambios repentinos en nuestros hábitos diarios. El uso de la mascarilla ya es una realidad, sin embargo, pueden surgir numerosas dudas acerca de su correcta utilización. Uso de las mascarillas , una forma de contener la infección El uso de mascarillas en la comu - nidad debe considerarse solo como una medida complementaria y no como reemplazo de las medidas preventivas establecidas: ■ Mantener el distanciamiento fí - sico (1.5-2 metros). ■ Si se tienen síntomas (fiebre, tos, malestar general, etc.) no salir de casa y contactar con los servicios de salud. ■ Higiene meticulosa y frecuente de las manos. ■ Evitar tocarse cara, nariz, ojos y boca. ■ Si se tose o estornuda, hacerlo sobre un pañuelo desechable o sobre la parte interna del codo. Consejos para el uso racional de las mascarillas B I E N E S T A R B I E N E S T A R 58

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